Largo y tendido #4 — Arrepentirte para vivir a tu favor.
Abril. Vergüenza, culpa y arrepentimiento.
A estas alturas del juego de la humanidad ya sabemos que las emociones no son buenas o malas, sino que cumplen una función, sin embargo, hay algunas más incómodas que otras, más limitantes y sociales, con las que cargamos muchas veces en silencio y a diario, y que nos pueden impedir o alejar considerablemente del Efecto Vida.
Este mes abrimos el melón de la vergüenza, la culpa y el arrepentimiento.
La idea es que aprendamos a diferenciarlas, ya que tienen rasgos similares y pueden parecer lo mismo, pero no lo son. Para poder colocarlas donde toca, necesitamos identificarlas y tirar del hilo para ver qué creencias las sostienen en muchos casos, aunque mi meta principal para abril es que transformemos el arrepentimiento en catalizador de cambio y coherencia. Para ello, contaremos con la ayuda de un libro que cambió mi visión de esta emoción de forma serenamente radical.
La tríada del bajoneo vital tiene algo en común: nos sentimos mal por algo que hemos pensado, dicho o hecho. Luego vienen los matices y los pilares que las sostienen.
Empecemos por sus definiciones formales.
Vergüenza.
La vergüenza es una emoción compleja que surge por la conciencia de alguna falta cometida, o por alguna acción deshonrosa y humillante. Cuando hemos violado alguna norma social, moral o personal, y nos sentimos expuestos o juzgados negativamente por ello.
Se caracteriza por una sensación de incomodidad, humillación o malestar, acompañada a menudo de rubor facial, evitación del contacto visual o la tendencia a ocultar la situación que la provoca. La vergüenza puede ser provocada por acciones propias, por errores cometidos, o incluso por situaciones ajenas en las que nos vemos involucrados. Es una emoción que puede tener consecuencias sociales y psicológicas significativas, influyendo en la autoestima, la percepción de uno mismo y las interacciones sociales.
Culpa.
La culpa es una emoción que surge cuando percibimos que hemos hecho algo malo o hemos fallado de alguna manera en cumplir con nuestras propias normas o expectativas, o con las normas sociales o morales.
Se caracteriza por sentimientos de remordimiento, arrepentimiento y responsabilidad por nuestras acciones o decisiones. La culpa puede ser provocada por acciones concretas que hemos tomado o por omisiones en las que podríamos haber actuado de manera diferente. A menudo, la culpa está acompañada de un deseo de reparar el daño causado y de evitar cometer el mismo error en el futuro. Es una emoción que puede tener un impacto significativo en nuestro bienestar emocional y en nuestras relaciones con los demás.
Arrepentimiento.
El arrepentimiento es una emoción compleja que surge cuando reflexionamos sobre nuestras acciones pasadas y experimentamos un profundo pesar o remordimiento por haber tomado ciertas decisiones o haber realizado ciertos actos.
Implica reconocer que nuestras acciones fueron incorrectas, dañinas o inapropiadas, y sentir un deseo genuino de cambiar o corregir lo que hicimos. El arrepentimiento puede ser provocado por el impacto negativo que nuestras acciones tuvieron en nosotros mismos o en los demás, así como por la conciencia de haber defraudado nuestras propias normas o valores morales. Es una emoción que puede motivarnos a aprender de nuestros errores, a enmendar nuestras acciones y a crecer como personas.
Hechas las presentaciones oficiales, entro al tema desde mi mapa.