Chupito de vida #28

Contenido abierto

¡Camarero! Hoy queremos ostras y cava, que tenemos una comunidad que celebrar. Y que el señor de Substack dice que somos publicación Bestseller. Mil gracias a todas las que lo habéis hecho posible. Incluída a mí.

Una declaración de intenciones 

Cuando conduzco tengo una norma que todo el mundo se pasa por el forro del abrigo hasta que me pongo brava.

Cuando estamos en marcha no se cuentan cosas importantes. Lo digo en serio.

No lo soporto. Me pongo nerviosa porque no puedo prestar la atención que se merece el momento ni mirar a los ojos. Se pierde la mitad del mensaje, por lo menos. Y pudiendo evitarlo, me jode no hacerlo.

Hace unos días voy con una amiga en el coche. En mitad de una curva, mientras tarareo cualquier cosa, como si nada, suelta la bomba.

«No te lo he contado, pero mañana voy a coger un avión para conocer a un chico que me gusta, aunque nos hemos visto solo una vez en persona. No pasa nada si no sale bien, solo será incómodo de gestionar. No me da miedo. Tengo claro que solo elegiré para mí aquello que sea realmente bonito. Estoy muy tranquila.

Yo ya no pierdo el tiempo y no lloro por nadie que no sea mi perro.»

Bájate de mi coche.

Eso no se hace.

Una lista de música

La otra tarde estaba leyendo tirada en la alfombra de casa y sonaba la lista que hoy comparto. Tienes que mandársela a las chicas, pensé. Me sigue sorprendiendo lo presentes que estáis en mi mente.

Es jazz piano. La tengo asociada al momento de llegar a casa por la tarde, para empezar a bajar revoluciones. Por las mañanas, cuando quiero estar activa haciendo tareas en el nido, elijo bossanova. También tengo listas para inducirme el estado de concentración, el llanto, la euforia o para aumentar el deseo sexual. Las iré compartiendo por aquí poco a poco.

Recomendación.

Entras en casa, te quitas los zapatos y los dejas ordenados, luz indirecta cálida, enciendes algo que huela bien —vela, incienso, ambientador programable, difusor de esencias—, conectas un altavoz bonito, que te guste tocar, pones la lista, te haces una infusión relajante que te vaya preparando para la cama y sigues con lo que queda de tarde. Si estás muy sibarita, te rocías con la bruma de noche.

Total tiempo estimado: 10 minutos si tienes el paso a paso en mente.

De nada.

(Y hablando de música. Para las personas que estáis suscritas en la comunidad privada, recordad que en el email de bienvenida tenéis la lista de Efecto Vida y un fondo de pantalla. Si no os llegó, echad un vistazo en spam o promociones. )

Un libro imprescindible 

El hombre en busca de sentido — Victor Frankl

Siempre que me preguntan por mis libros favoritos nombro esta obra maestra. Un clásico que no dudo que conocéis, aunque quiero recordarlo.

Sus páginas relatan las vivencias del autor, psiquiatra austriaco prisionero en los campos de concentración nazis.

Hace tiempo que no lo leo y, pese a que tengo mala memoria, recuerdo con total nitidez la sensación de encogerme bajo las sábanas y el nudo en la garganta al imaginar su cruda realidad, la forma en la que la narra y, sobre todo, su elección personal a la hora de gestionar esta experiencia inhumana.

Es, quizá, el libro que mejor representa el concepto de libertad individual y responsabilidad sobre nuestras emociones y pensamientos.

«Los que estuvimos en campos de concentración recordamos a los hombres que iban de barracón en barracón consolando a los demás, dándoles el último trozo de pan que les quedaba. Puede que fueran pocos en número, pero ofrecían pruebas suficientes de que al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas, la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias, para decidir su propio camino». Frankl 1946

Empiezo el año fuerte, pero tengo mis motivos.

Creo que la base de cualquier vida que quiera ser vivida de verdad tiene que estar enmarcada en la conciencia de que nos vamos a morir y en la responsabilidad personal para decidir cómo vivir el tiempo que nos queda.

Si no estamos de acuerdo en esto, no vamos a encajar, y en 2024 quiero filtrar lo máximo posible para lograr afinidad celestial.

En la parte de comunidad privada arrancamos con 4000 semanas - Gestión del tiempo para mortales, de Oliver Burkeman y durante todo el mes trabajaremos las ideas que propone. Si estáis dentro de la suscripción, reservad El hombre en busca de sentido para más adelante. Los dos juntos me parece demasiado.

Vamos a empezar fuerte, pero no tanto.

Una historia bonita

Hacía más de un año que nos habíamos reunido. Un amigo quería lanzar un proyecto y me pasé semanas haciendo campaña para que invirtiera en una identidad visual potente. Tenía que contratarla. Tenía que ser ella. Me ofrecí a dejarle el dinero, pero a última hora se echó atrás y mis ilusiones se diluyeron.

— Ojalá yo tuviera un proyecto claro para poder contratarte, pero todo llegará.

Un día del pasado julio me escribió. Había venido a Lanzarote sola, de vacaciones, y me propuso conocernos en persona. Aquella mañana yo tenía jaleo, como casi siempre, pero esa pequeña voz enana y lista que tengo dentro hizo fuerza para que anulara algunas cosas y me plantara en mi cafetería favorita.

Allí estaba ella, con su cara preciosa, la sonrisa sincera, grande y blanca, y un melena de envidia. No quiero parecer superficial, aunque lo soy y no me fustigo con ello, pero hablar con personas listas, buenas y guapas me produce muchísimo placer.

No sabemos cómo pasó. Tras dos bocados a la tostada, ambas nos abrimos sobre nuestra parte personal y nos encontramos en la mesa un melón común gordo, pero gordo, gordo. De los que duelen y de los que da vergüenza comentar.

Ella se quebró y yo no dudé en anular el resto de mi día, pagar la cuenta e irnos a mi preciosa casa. Estaba segura que la calma que he logrado crear entre esas paredes haría efecto. Y si no, al menos, la belleza del conjunto y las vistas la distraerían por unos minutos.

Estuvimos diez horas hablando en la terraza, protegidas por el cielo y el blanco Manrique, trabajando con coaching, PNL, y lo que hiciera falta. Saqué todas mis armas, pizza y cerveza incluídas. Me sentía tan identificada y podía empatizar tan profundo con ella, que sostenerla y acompañarla fue una forma de sostenerme y acompañarme a mí misma en el pasado, cuando no supe hacerlo.

Fue un momento extrañamente doloroso y bonito.

— Creo que Lanzarote te está llamando para ayudarte a cerrar heridas, y creo que en unos meses estarás por aquí. Compartiremos isla, ya lo verás.

Y no es que yo sea la bruja Lola, pero hay cosas que, si escuchas, están claras como el agua. Semanas después me preguntó si sabía de algún apartamento en alquiler para pasar una temporada en Lanzarote. Dos días antes yo me había encontrado la propuesta de estudiar Intervención Asistida con Perros en península y había decidido mudarme. En menos de un mes ambas hacíamos las maletas.

Yo al norte y ella a mi casa.

Con mi cambio de entorno y con el frío, que supongo me ha refrescado el cerebro, llego la claridad y explotó la creatividad. Más de un año dándole vueltas a las piezas del puzzle sin tener santa idea de cómo encajarlas y, en un mes de paseos en silencio por el bosque, una madrugada cayeron de golpe. Tuve que levantarme medio dormida a anotarlas en un papel. A veces me doy miedo. La información bajaba de arriba, y no tengo vecinos, vivo en el ático. Me entraba por la coronilla y mis dedos pintaban garabatos a su santo antojo. Como cuando en el cole te dictaban y escribías sin entender siquiera las palabras. De esto hace dos meses. De madrugada pedí el registro de la marca.

— María, lo tengo. El proyecto que tanto he esperado, está aquí. Sé que vas hasta arriba. ¿Crees que daría tiempo a crearlo para lanzar en enero?.

— Ana, vamos muy justas, pero no olvido lo que hiciste por mí sin apenas conocerme y quiero, de alguna manera, devolvértelo. Me pongo las pilas. Llegamos.

Así nació la identidad visual de Efecto Vida.

Desde mi propia casa. Desde una historia de dos mujeres que una vez se sintieron locas, raras y solas. Que se encontraron por casualidad y causalidad, para alquimizar sus propias cenizas y convertirlas en magia para ellas mismas y para el resto.

María García Salmerón, jamás podré agradecerte lo que has hecho por mí y por este proyecto. De corazón. Gracias.

Un directo sobre el cambio

El día 31 de diciembre hice mi último directo en Instagram y expliqué los procesos de cambio de la forma más clara posible. Desde mi mapa, claro. Con las fases que contemplo en mi propia experiencia. Utilizo mi última gran decisión para ejemplificarlo. Quedaos solo con lo que os sirva.

Tiendo a estructurar las ideas para poder entenderme. Los talleres estructurados. La suscripción a Efecto Vida, mes a mes, sábado a sábado, estructurada. Este resumen sobre el directo anterior, estructurado.

Fases del proceso de cambio según mi mapa.

1. Sentimos incomodidad.

Aparece un problema, o varios, perdemos la calma, la alegría, no estamos a gusto, hay algo que no funciona. No hay coherencia.

2. Proceso de toma de conciencia para volver a la coherencia.

Buscamos la forma de alinearnos en lo que pensamos, decimos y hacemos. Nos hacemos la pregunta mágica.

¿De qué me quiero alejar y a qué me quiero acercar?

Si habéis hecho los talleres conmigo, también filtramos por niveles lógicos con el iceberg. Entorno, comportamientos, capacidades, creencias, valores, identidad.

3. Análisis de realidad para abrir posibilidades.

Antes de tomar una decisión exploramos para reducir el miedo, para ver si tenemos otras opciones que no estamos contemplando. Nos probamos en ellas para medir cómo nos sentimos, abrirnos posibilidades y empezar a ver que otra realidad existe.

4. Entorno seguro que te sostenga y potencie.

Fundamental. Compartimos esta intención de cambio solo con aquellas personas con las que podemos sentirnos seguras, comprendidas y no juzgadas. La protegemos de aquellos que pueden tumbarnos con sus comentarios o, simplemente, generarnos tensión con su presencia. La resguardamos para que pueda llegar a ser una meta y no nos la tiren abajo antes de filtrarla.

Ojo, no digo que no hablemos con estas personas. Que pueden ser muy majas. Simplemente, no hablemos de esto. Sacamos otro tema y, si preguntan, desviamos la atención. Probad a poner en foco sobre ellos, suele funcionar con la mayoría de seres humanos.

5. Convertimos la intención en meta y la filtramos.

Si habéis hecho los talleres sabéis hacer este paso o tenéis el esquema para hacerlo, aunque sea a medias. Si no, os aconsejo una sesión de acompañamiento con terapeuta o coach que pueda ayudaros a hacer una toma de decisiones realista y con metodología clara.

Este paso es fundamental antes de tomar una decisión clara y pasar a la acción.

5. Plan de acción.

Por fases, troceando la vaca en pequeñas porciones. Moviendo el culo con compromiso y determinación.

7. Gestión del miedo.

Olvidaos de que no aparezca el miedo y dejad el victimismo a un lado cuando llegue. ¿Qué hacemos con él? De nuevo, las que habéis hecho el taller conmigo sabéis que tenemos una conversación pendiente con él. Seguid los pasos y a ver qué os cuenta.

Para las personas que no sabéis cómo gestionar esta emoción y estáis en un proceso importante de cambio, os invito a que consideréis acompañamiento profesional para aprender a entenderla, identificar la intención positiva y generar un plan abecedario que os calme cuando os vayáis al futuro. De verdad, vale la pena invertir en ello.

Recordad que es importante mirar atrás para recoger recursos y reconocer fortalezas.

Decidir si prefieres equivocarte eligiéndote,

o acertar eligiendo lo que otros quieren para ti.

Sabiendo que ya has luchado antes.

Y que puedes volver a hacerlo.

Que ya te has caído y ya sabes levantarte.

Tener claro que puedes seguir adelante.

8. Soltamos, saltamos y confiamos.

Morimos de miedo mientras vivimos de ilusión.

Sostenemos la incertidumbre.

Dejamos que la vida sea. Y que nos transforme.

Celebramos que un día decidimos vivir antes de morir.

Principio.

Ana.

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IMPORTANTE: Mañana publico el primer contenido de la comunidad privada.

A lo largo del mes de enero vamos a tratar el tema de la Gestión de tiempo para salvajes. Valga la redundancia, estás a tiempo de unirte y con precio de lanzamiento.

Si crees que este año te has portado lo suficientemente bien como para que los Reyes Magos te hagan un regalo, no lo dejes en manos de oriente.

Reclama tu soberanía. Hazte el regalo a ti misma.

Te vemos dentro.

También dejo por aquí el calendario para que veáis lo que viene. Botón derecho y descargar. Las gracias a Elena, que está en todo.