Propósito: ánimo o intención de hacer algo o de no hacerlo.
Discernir. Aprender a separar lo que puede esperar de lo importante y lo importante de lo urgente. Saber mirar con mayor profundidad para ver con más claridad. Poder distinguir entre mi mentira y mi verdad.
Proteger mi atención. Resguardarla y ponerla a salvo de los múltiples peligros disfrazados de placeres que la rodean. Creía que el tiempo es vida, sin embargo, he descubierto que el tiempo sin atención pierde todo su valor.
Decir no. Con amor, con empatía, con firmeza, con seguridad y serenidad radical. Decir no como experimento, por sistema, de entrada, como método para lograr el punto anterior. A ver qué pasa.
Quitarme Whatsapp el fin de semana. Forzarme y forzar, o invitarme e invitar, a las llamadas para reforzar el punto dos.
Plantar banderas rojas. No solo conocerlas, sino plantarlas. En mi jardín imaginario, para que las vea y las vean. Para que el resto sepa que por ahí no se pisa y para que me sea fácil ver cuando alguien cruza la raya.
Buscar el doce. Durante varios años me he comprometido a vivir en un siete sobre diez en mi propia escala de excelencia para bajar mi autoexigencia y necesidad de perfeccionismo en muchas áreas de mi vida. Ya sé que sobrevivo, ya sé hacerlo y estoy cómoda en él. Este año voy a permitir que la cabra tire al monte, aunque con más cabeza. Quiero recorrer la milla extra.
Cambiar el soy por el somos. Estoy cansada de hacerlo sola, de no poder materializar mi visión porque solo tengo dos manos y veinticuatro horas al día, de escuchar mi nombre una y otra vez, de la verticalidad, de la posición central. Estoy ilusionada por construir algo más grande que yo y hacerlo en equipo. Estoy convencida que se puede construir soplando fuerte entre varias salvajes y disfrutar bailando los resultados de la mano. También sé que haré lo que haga falta para conseguirlo. Y que si no sale, desistiré a tiempo y buscaré otro camino.
Valorar lo que hago. Más. Mucho más. Leer una y mil veces si hace falta el feedback recibido en los últimos cuatro años. Reconocer de una vez que, a veces, en algunas personas, soy la chispa que necesitan para que cambien su vida. Aunque esto me acojone. Reconocer que el valor de la transformación es distinto al valor de saber perfilarte un labio. Respirar el miedo que me da tal responsabilidad y sostenerlo. Aprender a mirarme como miro a Emiliano.
Seguir aprendiendo. No por acumular títulos o certificaciones. Por puro disfrute. Perderme entre las hojas de los libros y volverlos rosas de tanto fosfi, reventar la tablet con ideas, esquemas y notas, revolcarme entre los apuntes. Entender, integrar y practicar lo nuevo. Llenarme de capacidades y abrir posibilidades.
Disfrutar. De todo. De lo más grande y de lo más pequeño. De la espuma lograda con el espumador barato, del sabor del café mexicano, del paseo por el bosque, del tironeo con el cerdo de peluche, de la siesta, del agua caliente en la ducha, del abrazo que me llena de pelos la ropa, del olor de la vela, de la suavidad de la franela, de la luz de amanecer, del placer del sexo, del frío que me despierta, del trabajo elegido que apasiona, y que nunca termina, de las personas que hacen mi vida más bonita, de mi cuerpo joven y sano, de mi salud de hierro, de los viajes en furgoneta, del esfuerzo en la sentadilla número cincuenta, de las conversaciones profundas, de la risa que se convierte en escándalo, del proyecto que tengo entre manos, de quienes me acompañan, de la ilusión que me dice que es por ahí, del miedo que me avisa de que esto me importa, de la terapia, de la transformación, de los momentos de soledad elegida, de mí misma, de la vida.
Celebrar. Que estoy viva.
Feliz Principio. Feliz vida.
Ana.
Ana ¡ tendría que haberte descubierto hace mucho tiempo ¡ Pero estuve demasiado "ocupada" y distraída en cuestiones inmediatas diarias que resolver. Ahora, a mis 76 años, descubro que he vivido entre pasado y futuro sin disfrutar el presente. Intento no mirar hacía atrás y aún menos a ese futuro que me asusta y bloquea. Pero tus sábados, me despiertan y alientan para agradecer estar aquí con curiosidad para aprender a reconocer el presente. Eres un amor y además muy graciosa. Gracias amiga
A por ello Ana!!!! 💪 A seguir experimentando!! Alejémonos de lo que ocupa y no llena. Acerquémonos a lo que nos acaricie el alma porque la piel la puede acariciar cualquiera. Aunque esto conlleve una renuncia. Somos depósitos limitados de energía y tiempo y tenemos que elegir y renunciar para poder caminar conscientes de los pasos, sin prisa, sin ruido, saboreando cada pedazo de vida. Te acompañaremos en este nuevo camino y te daremos la mano si tropiezas con alguna piedra para evitar que te caigas pero si aún así te caes porque el camino resulta que es más difícil de lo que se ve desde el PRINCIPIO, aquí seguiremos para cuando te levantes y te ayudaremos, incluso, a levantarte. Esto es lo que has construido, una red sobre la que caerte y no romperte. Es lo menos que podemos hacer a cambio de lo que tú nos das. Eres inspiración, impulso, abrazo, casa, calorcito del bueno. GRACIAS!!!!